Nuestra visita a La Cabriada - Asador Patagónico fue una experiencia destacada desde el primer momento. A pesar de la concurrida hora del almuerzo, la atención que recibimos fue excepcional. En todo momento, el personal se aseguró de que estuviéramos cómodos y satisfechos, incluso nos sorprendieron con pan y salsa de cortesía, así como unas deliciosas empanadas de jamón y queso para empezar.
Optamos por compartir un brasero para dos personas, y fue una elección increíble. La carne estaba exquisitamente preparada y en abundancia. Las papas bravas que acompañaban la comida eran simplemente deliciosas.
En La Cabriada, no solo disfrutamos de una comida deliciosa, sino que también apreciamos la atención cuidadosa y los gestos generosos que hicieron que nuestra visita fuera inolvidable. Sin duda, un asador patagónico que merece ser visitado una y otra vez.
Este lugar merece un capítulo aparte. Pedimos una parrillada vegana que estaba exquisita. Muy completa, inclusive tenía frutas secas. Nos trajeron una entrada que estaba deliciosa. Buena panera también. La atención fue excelente. El lugar cuenta además con una vinoteca importante.
Levantamos a un chico haciendo dedo en la montaña y resulta que era uno de los mozos, nos recomendó ir. Muy rica carne, abundante, los platos son para dos. Precios caros pero acorde a la comida que se come. Pedimos el cordero patagónico y una ensalada, de entrada una empanada de ciervo para mí solo. Salimos muy llenos. Te dan unas empanaditas de cortesía y una bandejita con salsas. Recomiendo si quieren comer carne buena y rica. Muy lindo ambiente, atención de primera, amables y rápido.
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