Sin dudas, el mejor restó de la zona. Con su carta refinada, gourmet, la atención discreta y esmerada, los detalles en las exquisiteces de factura artesanal por calidad y presentación, el ambiente cálido y amable, con la tranquilidad necesaria para la óptima degustación... Una amalgama perfecta para una experiencia sensorial única... Imperdible.
Interesante restaurante ubicado sobre la colectora sur del Acceso Oeste, en la localidad de Ituzaingó.
Aunque está frente al Acceso no es fácil ubicarlo.
Posee pocas mesas, distribuidas en el salón principal y un salón anexo más chico. Este último posee una gran pared con ventanitas en la parte superior (de muy mal gusto), seguramente le vendría bien un gran ventanal y acompañado con cuadros o algún tipo de decoración.
Fuera de este comentario el lugar es sumamente agradable y la atención es muy buena.
El menú, aunque reducido, presenta una interesante variedad de platos. La cocina denota ser muy profesional, con una excelente presentación de los platos y con un sabor exquisito.
La carta de vinos es reducida, aunque con algunas etiquetas interesantes.
El ambiente es íntimo y acogedor, con una agradable música de fondo.
Los precios son más que aceptables por la calidad gastronómica y el servicio recibido.
Sin lugar a dudas vale la pena una visita.
Buen clima logrado por el jazz. Solo tiene diez mesas. Platos reducidos, no son económicos.
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