Chuí

Macarena Muñoz

Vinimos a almorzar, el lugar es precioso y tiene un jardín lindísimo. De todo lo que pedimos, lo que más me gustó fueron los gnocchis, la presentación y preparación estuvo excelente. El resto de los platos fue una ensalada de tomates, y unos tacos. Ambos buenos, pero no al nivel de los gnocchis 🤩 En cuanto al servicio. Nuestro mesero se olvidó un poco de nosotras ya para el final. Le pedimos la carta nuevamente porque queríamos ordenar vino, llegó el resto de los platos, pero no la carta :( y para el tema de la cuenta estuvo también un poco dejado. Pero los chicos de la caja fueron super amables

Chiara Monetti

Este lugar es una experiencia 360 grados. El lugar parece un rincón mágico escondido, de afuera no das dos mangos y cuando entras es un jardín precioso lleno de árboles. Las mesas están dispuestas, en su mayoría, en todo el jardín, lo cual puede hacer que las sillas no estén muy estables en algunas zonas. De noche tienen mantas y estufitas, pero si es invierno, incluso en el salón techado (que igual es abierto), da bastante frío. Para ir de noche recomiendo más que nada ir en épocas del año más cálidas. La comida es una experiencia alucinante. Pedimos mucho más de lo que pudimos comer, porque queríamos probar todo. Cada plato está pensado más allá de las preparaciones tradicionales, tienen un “twist”, una innovación. Todos los sabores son un deleite y un disfrute. La propuesta es realmente espectacular.

Guillermo Arce González

Lugar excelente para disfrutar de un grato momento. Comida muy sabrosa, con ingredientes de buena calidad. Las personas que atienden son muy cordiales. El espacio rodeado de plantas e inciensos aromáticos.