Excelentes precios para almorzar. Porciones generosas. Muy buena preparación de clásicos porteños. Buena barra para desayunar también ☕🥐
Exquisita y práctica ocasión para conocer la cocina porteña . Minutas y menú diario generosos , con el gusto casero que uno busca fuera de su casa . Ideal para una pausa al mediodía o para conocer este excelente bar que es un clásico dentro de la hermosísima Galería Gūemes . También se puede degusta
Cuando estoy por la zona voy a comer. La atención es excelente y es en la Galería Güemes; recomiendo subir a su mirador
Excelentes precios
Este es uno de los pocos cafés de parado que quedan en buenos aires. En su época eran omnipresentes en el centro de la ciudad.
Ahora han reconvertido parte de la superficie en restaurante pero preservan casi la mitad de la barra original.
Toda una pueza de historia
Precio 10
Calidad 10
Estética 6
Baño 6
Atención 10
Histórico Bar de la Galería Güemes...!!!
Tradicional cafetería. Buenas opciones en minutas para el almuerzo. Precios acordes. Atención cordial y esmerada.
Los colores horribles de la pintura lo oscurecen y lo vuelven un lugar gris y poco amigable. Las sillas berretas son una vergüenza para ser un bar notable. Una lástima que no cuiden lo estético. Más allá de eso, los mozos atienden bien y es un lugar a proteger porque es parte de nuestra historia cul
Hermoso lugar, buena atención a pesar de que el día que fuimos estaba lleno.
Precio razonable, tortas exquisitas. El café: regular.
Excelente atención. El mejor café de la zona. Tiene toda la mística y la magia de un clásico cafetín histórico de Buenos Aires.
Un bar de verdad, histórico y notable, un verdadero pedazo de Buenos Aires.
Sin dudas el mejor lugar para tomar un muy buen café y atendido con verdadera consideración. Recomendable
Siempre que voy al centro, me hago una escapada para degustar, el mejor cortado en vaso de todo el microcentro
Comida en barra. Variedad de almuerzo ejecutivo. Buenos precios!
Para tomarse un café bien porteño. Lugar frecuentado por Julio Cortázar para escribir, en el que comienza su novela Los premios.
Excelente lugar atendidos por sus dueños
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