El lugar es una belleza, la atención super amable.
La comida.... como decirlo sin hacerlos sentir mal, el bife stroganoff no tenía los mushrooms característicos, y la salsa que envolvía la carne no sabía a ese platillo. Lo devolvimos, en cambio de eso pedimos bife con champiñones, los ñoquis que acompañaban no estaban bien cocidos, y los hongos vinieron con el tallo ( error garrafal ).
Mis brochetas estaban relativamente bien.
Choclo con crema bien.
Ensalada de brocoli, bien.
En fin, salí con la sensación de no haber disfrutado la comida.
PD. Ojo con la cocina, algo anda mal ahí.
Me encanto reencontrarme con este lugar tan emblemático. Sigue conservando ese misticismo ir después de una obra de teatro. Me encanto la comida, el servicio fue excelente.
Comimos muy rico, un lugar muy tradicional de buenos aires en el año 1933, declarado de interés turístico y con servicio excelente!
Es un clásico y un lugar muy tradicional del centro porteño, relacionado al ambiente artístico porque es el lugar que muchos eligen luego de ir a los espectáculos de la calle Corrientes en Buenos Aires . También elegido por actores o artistas que van luego de las funciones.
Los mozos son muy amables y el señor que te recibe en la puerta también .
Tiene una carta muy variada con mi CU os vegetales ( espárragos a la parmesana, o panache de verduras , etc) carnes, pescados , y ahí siempre sale bien el revuelto de gramajo. También platos alemanes , bife a la Bismarck y el famoso goulash o pastas.
Las rabas estaban correctas y la ensalada César de langostinos no me gustó tanto ( el sabor de. Los langostinos )
Hay postres fríos y calientes y elegimos panqueques de manzana y de dulce de leche que estaban muy buenos.
Un clásico del centro que no falla. Los precios son un poco elevados, pero el nivel de la comida, la atención y el lugar lo justifican sin lugar a dudas.
Es uno de esos pocos lugares que podes ir una y otra vez con tranquilidad sabiendo que siempre vas a comer espectacular. Tiene platos alemanes muy buenos, y otros tantos platos "de bodegon" que no se quedan atrás. Es costoso, pero definitivamente no caro. Recomendadisimo.
Muy buena cocina e impecable atención de los mozos. Muy recomendable. Para volver.
Atención cordial, amables,excelentes anfitriones, ambiente con muy buen estilo , lo súper recomiendo, atención rápido, están pendiente todo el tiempo de los comenzales
Lugar un poco escondido, pero con comidas excelentes y buena ambientación. Al igual que el personal, muy amable y atento a todo.
Fuimos dos veces, y entre la comida que probamos estuvieron las milanesas de lomo napolitana y a la fugazzeta (milas tiernas), acompañadas con ensalada de papas alemanas (muy recomendables).
Recomiendo totalmente comer al menos una vez si estás de visita en la ciudad.
Tradicional restaurante de Buenos Aires !!!! Excelente la comida y la atención.
De entrada jamón crudo con ensalada rusa. Ensalada de remolacha y huevo, trucha y postre. Vino y gaseosa. 2 personas 25000 pesos. El marquise es una bomba. El vino muy rico. La atención de 10
La definición de un clásico. Lo mejor es deslizar la puerta corrediza de su entrada casi oculta, y viajar en el tiempo del otro lado. No es para bolsillos flacos. Es para darse un gusto luego de una noche de teatro. Sensualidad que se abre paso en una copa, y se bebe en el arrebato misterioso de la noche porteña.
La verdad que la atención y calidad de la comida es excelente, fuimos dentro de todo temprano sin reserva y nos sentaron enseguida. La comida llegó bien caliente a la mesa y muy rápido, estaba riquísimo todo. Pedimos unas pastas y un cerdo súper recomendables todos los platos.
Antiguo y hermoso bodegón en pleno centro de Capital, que conserva la atención amable y eficiente de los mozos.
El recibimiento con una copa de jerez y la despedida con una copa de lemoncello, cortesía de la casa, lo hacen único; además de la manteca en forma de nuez junto con la panera.
Los precios acordes.
El menú, tanto la entrada (antipasto), como los platos principales y el postre, son de excelente calidad y preparación. No hay que esperar tanto, salen rápido.
El lugar muy bien decorado consta de dos partes: una adelante más abierta donde se puede apreciar el trabajo de todo el personal y otra parte atrás, más tranquila. Ambas tienen espacios con mesas en boxes privados para poder conversar mejor.
Baños limpios y con elementos necesarios para la higiene.
Es un lugar mítico de Bs As... hay que conocerlo, se come muy bien y mantiene los platos de los restaurantes de antes.
Tienen unos platos alemanes muy interesantes.
Los postres son muy buenos, en especial el strudel de manzana con helado de vainilla...
Voy a volver sin dudas.
Excelente menú. La misma atención de siempre!
Clásico porteño, muy olvidos los fines de semana, especialmente después de la hora de salida de los teatros, el personal es muy atento y harán todo lo posible por atenderte bien. La carta es variada y tanto los platos como los postres son abundantes
Muy lindo lugar, se come bien, precios acorde a la zona y el servicio que dan. La ambientación está muy buena y el mozo excelente... diría que los mozos mantienen el estilo de los viejos restaurantes, siempre atentos al cliente. Vuelvo sin dudas...
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