Doña Cocina Tipo Casa

Muy buenas pastas, platos abundantes, saciadores y con gusto a casero! La salsa pomarola se robó mi corazón. En la mesa destacaron los raviolones de muzzarella y verdura. Lo único a tener en cuenta es que se llena muy rápido, y tenes que estar en puerta como tarde 20.30 para tener una mesa 21.30 (al menos un sábado a la noche). Y 2 puntos a mejorar: la botella de vino la trajeron a temperatura ambiente y con polvo (se puede pasar un trapito), y tuvimos que pedir la frapera (ahí es donde una pequeña falta de atención se nota). Y después, pedimos la mitad de uno de los platos para llevar y la moza al juntar todos los platos de la mesa, coloco todos los cubiertos usados y sucios sobre el plato que estaba prácticamente intacto con la comida, lo que nos sorprendió bastante a todos. Igualmente recomiendo ir si quieren comer rico, abundante, a muy buen precio, y realmente casero!

La mejor atención del barrio y los mejores precios. La chica que atiende los lunes es un amor, nos trató increíble y cumplió con todo lo que necesitábamos. La comida es muy sabrosa y muy barata. El vino de la casa es exquisito, buen aroma y sabor. Recomiendo ir con reserva por el tema de la espera. Hay opciones vegetarianas.

Ubicado en la esquina de Bulnes y Humahuaca, este bodegón especialista en pastas en chico en ambiente pero grande en sabores. Fui con 3 amigas y la verdad que ninguno se quedo con hambre. Todo muy rico y suficientemente abundante para llenarse. Los baños muy limpios y la atención de las mozas excelentes. No es un lugar tranquilo, ya que invita a las risas amigables y a las anécdotas, así que si buscas tranquilidad no es tu lugar. Debe decir además que uno de los platos estaba medio tibio. Pará terminar esta en una zona bastante transitada y rodeada de otras atracciones culinarias y nocturnas, por ende te acercan multitud de colectivos y hasta el subte. Si querés comer comida casera y abundante con olorcito a hogar, este es tu lugar

Excelente experiencia ir a comer a Doña cocina. Nos fuimos muy conformes con la comida y con la atención. El lugar es bastante pequeño así que recomiendo reservar si van en día de semana. De hecho, cuando entramos, nos preguntaron si teníamos reserva y aún a pesar de que fuimos en un día muy frío, ventoso y lluvioso, había gente que se quedó esperando afuera por un lugar. Las reservas son para las 12 horas y hay 30' de tolerancia. La carta es bastante variada y tiene platos bien típicos de bodegón pero su especialidad es la pasta así que mi recomendación es pedir pastas. En mi caso pedí unos orechiette que son un tipo de pasta con forma de orejitas y los acompañé con una salsa parisien. Riquísimos y súper baratos. En general los precios me parecieron muy buenos. Hoy por hoy es difícil comer por menos de $6.000 en cualquier lugar pero acá podés comer por un poco más de la mitad de ese precio. Para terminar, decidimos pedir tiramisú y una porción de chocotorta para compartir entre 5 personas. Personalmente, no soy muy fanático de la chocotorta pero el tiramisú estaba riquísimo. Con plato principal, postre, bebida y propina gastamos $4.500 por persona. Lo único negativo que tengo para decir es que como el lugar es muy chico y la puerta se abría a cada rato porque mucha gente de la zona va a pedir comida para llevar, se sentía mucho frío a pesar de que el aire acondicionado estaba prendido. Entonces nunca terminabas de sentir el ambiente calefaccionado pero no es algo por lo que le bajaría la puntuación. Volvería sin dudas porque es un lugar que te muestra que todavía se puede comer comida rica y abundante a un precio razonable. Muchos lugares incrementaron los precios y hay restaurantes que cobran demasiado por ciertos platos pero en lugares como estos todavía se puede comer rico y barato y ojalá siga así.

Un lugar para recomendar. Gran variedad de pastas y salsas. Los postres riquísimos. Los precios muy bien. Sin dudas volveremos