Lugar emblemático de Buenos Aires. Vale la pena la visita.
Dado que el ingreso es por orden de llegada, se recomienda ir temprano para no tener que esperar. Es un lugar muy concurrido.
El carrotcake es altamente recomendable al igual que el café. Sin embargo, la limpieza del lugar deja mucho que desear. Se pueden observar paredes manchadas con café con leche, mesas sucias entre otros.
Hoy fui a desayunar, efectivamente debes ir pensando que te encontrarás con una fila, para entrar esperé aproximadamente 30minutos.
El lugar es tranquilo, lindo por dentro.
Yo pedí un chocolate con 3 churros + 1 media con queso. Todo estaba rico y fue muy rápido.
Un café considerado un imperdible en el circuito turístico de la ciudad.
Después de sortear más de 30 minutos de espera en la fila ingresamos.
El local es bonito, tiene algunas particularidades como esculturas de exponentes de tango y poesía, salón interior, entre otros.
La atención del personal es buena.
Me llamó la atención el aseo del baño, que puede ser mejor y que en un local tan afamado como éste no se espera encontrar.
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